Instituto de Santa María de Guadalupe para las Misiones Extranjeras
Familia MG
Misioneros de Guadalupe somos una gran familia integrada por padrinos y madrinas, colaboradores, familiares, Club de Niños mg, exalumnos, comunidades religiosas que fomentan el espíritu misionero, misioneros laicos asociados, sacerdotes asociados a Misioneros de Guadalupe, prestadores de servicios, amigos, obispos de México, obispos de las misiones, sacerdotes de México, sacerdotes de las misiones, y, por supuesto, por sacerdotes misioneros. Todos y cada uno son actores fundamentales que contribuyen de manera significativa para llevar la Palabra y la esperanza con el fin de extender el Reino de Dios en donde aún no lo conocen.
Como familia, nos reunimos varias veces al año; por ejemplo, en peregrinaciones a santuarios guadalupanos y misas de agradecimiento a padrinos en distintas partes de México.
Hoy también, Dios sigue llamando a numerosas personas de todas partes de México, e incluso de más allá de nuestras fronteras, para sumarse a esta obra. Conócelas.
Los colaboradores son quienes laboran en nuestras casas, oficinas e instituciones, los cuales, con su preparación, entrega e ímpetu trabajan día a día para hacer posible esta misión y con quienes compartimos espacios, preocupaciones e ilusiones para llevar la Palabra de Dios a donde no la conocen.
A este grupo pertenecen los familiares de nuestros seminaristas y de los padres, quienes se han encariñado con nosotros, ampliando los lazos de sangre a vínculos de amistad y fraternidad.
Son parte de este Club aquellos niños que con espíritu misionero leen mes con mes la sección “Sólo para niños” de nuestra revista Almas, viviendo aventuras misioneras y aprendiendo más sobre Dios, Santa María de Guadalupe y nuestra Iglesia.
Como parte de la familia MG se encuentran sus exalumnos, quienes agradecen lo recibido durante los años que estuvieron en nuestros seminarios y que de muchas maneras siguen cercanos y apoyando en varias tareas concretas.
Nuestra familia no estaría completa sin las comunidades religiosas con las cuales nos hemos encontrado en el campo de la formación inicial, de la pastoral y en la colaboración con la misión.
Contamos con laicos que viven con nosotros la acción evangelizadora en las misiones desde su perspectiva seglar, compartiendo el anuncio del Evangelio en espacios específicos: internados, escuelas, talleres y centros de formación.
Son sacerdotes diocesanos que sienten el llamado temporal a la Misión ad gentes y se asocian para compartir con nosotros la tarea evangelizadora en Kenia, Perú, Cuba, Mozambique, Angola y Ecuador.
Son las numerosas personas que nos prestan algún servicio puntual (enfermería, atención médica, dental, reparación de vehículos, mantenimiento de instalaciones, etcétera), quienes, con alegría, profesionalismo y convicción, hacen posible que se lleve del mejor modo el trabajo en bien de la evangelización.
Son aquellos obispos que nos orientan y acompañan con su testimonio, su preocupación misionera, y que han visitado nuestras misiones, haciéndose presentes en ordenaciones diaconales y sacerdotales, misas de envío, aniversarios y celebraciones.
En este grupo se hallan los obispos que nos reciben en sus diócesis, nos ayudan a adentrarnos en las culturas locales y en los métodos evangelizadores, integrándonos en sus planes pastorales y proyectos misioneros.
Son sacerdotes que suscitan y acompañan las vocaciones para nuestros seminarios, que reciben a nuestros seminaristas en sus parroquias para la pastoral semanal y/o para los campos misión y durante sus vacaciones para la práctica pastoral, que favorecen la realización de las animaciones misioneras y que, también, nos reciben durante las promociones de la revista Almas y las colectas.
Los sacerdotes de las misiones son quienes nos reciben en sus presbiterios, nos enseñan cómo llevar el Evangelio a sus paisanos y nos confían tareas y actividades para desarrollarlas en común.